Año nuevo...look nuevo

El caso es que en estas fechas todas las noticias están relacionadas.Cada año lo mismo:  propósitos a cumplir, retos que lograr, vicios que quitar, hábitos que mejorar...bla bla bla...Creo que a todos nos interesa, de alguna manera, dejar atrás los malos momentos vividos en el 2010 para quedarnos con lo bueno porque, por mucho que ello valga como experiencia, de poco sirve reproducir en nuestra cabeza los errores pasados. Por ello que sería fabuloso poder comprar optimismo. Al igual que las especias que compramos a granel, sería beneficioso para todos poder pasarte por una tienda para pedir 100 gr de optimismo porque ese día nos hemos levantado con el pie izquierdo y parece que todo se pone en nuestra contra. Hay gente que en esas rachas penosas, cuando crees que nada puede ir peor y que nunca va a acabar la mala fortuna, decide hincharse a comer, otros que prefieren encerrarse en una habitación y no tener contacto con nadie. Y después está Carol, mi compi, que no encuentra mejor solución a esos momentos que ponerse bien guapa para, simplemente, sentirse bien consigo misma. Pues yo en este principio de año me he propuesto adquirir ese lema: "Ante la adversidad, ponte guapa". No sé si conseguiré ponerme guapa, pero sí sentirme bien con mi aspecto.

Como bien se titula este post "Año nuevo...look nuevo". El tema surgió el mismo día de Fin de Año, cuando me encontraba en la peluquería Zamuz (C/ Federico Tapia,10- A Coruña). Mientras esperaba sentada mi turno, con bata blanca ya colocada, observaba una revista a la vez que, cualidad femenina, me daba cuenta de que me encontraba en el salón de belleza de las niñas bien de Coruña. ¿Que por qué digo esto? Porque  jamás tuve tan cerca un Muse Two (de YSL)  y, menos, del brazo de una chica que debía tener mi edad. Y no sólo ella acaparó mi atención, sino otras cuantas que si no jugaban con el último modelo de Blackberry mientras les peinaban la trenza, se miraban las uñas con un Rolex en la muñeca. Ver para creer. Pero, a lo que iba. Una vez pasado el rato de espera, ojeando una revista me decanto por un peinado de Sarah Jessica Parker para mi look nocturno: melena suelta con ondas suaves. Cierto es que no me puedo quejar de pelo puesto que, tras las pecas que abundan por mi cuerpo, los dientes que han tardado más de 10 años en tomar forma, o los ojos que ven menos que más, algo bueno tocaba heredar. No podía ser tan sebera la genética conmigo. Pues eso, que como a mi melena se le puede hacer de todo (con conocimiento) quisé quedarme con el hairstyle de la neoyorkina, a pesar de las diferencias de materia prima. Jamás me había fijado en el color de las melenas, no hasta el punto de llegar a cuestionarme si se trata de mechas o coloraciones. Se ve que el ambiente hace funcionar al cerebro de otra forma. Hablando un poco con la peluquera me comentó que el el color de cabellera de la actriz se denomina mechas californianas. Es un tratamiento que se basa en aclarar el pelo de media melena hacia abajo. En ese momento me acordaba de mi madre y mi abuela comentando lo oscuro que se me ha puesto el pelo desde que ha llegado el invierno. Sólo faltaría que fuera al revés pero como, me niego en redondo a ponerme mechas para estar cada dos por tres en la peluquería, creo haber encontrado la forma de darle más claridad a la melena sin ser exclava de las raíces delatadoras. Puede que me esté adelantando a los hechos porque si algo tengo claro es que esto es necesario tratarlo con entendidos. En este caso con la persona  a la que le confío mi melena, cargo que no es fácil de soportar, Xisca  de Estil & Moda (Av. General Luque, 100-Inca, Mallorca). A ver qué me cuenta...

Buenos ejemplos de cómo la naturalidad es lo que importa

 Quizá a Drew se le haya ido un poco la mano con la idea de actulizarse o, a lo mejor, pilló en un mal día a su peluquero. Lo que sí es cierto que el color natural de pelo influye a la hora de obtener o no un resultado óptimo