5 de febrero de 2011

Historias de una actitud

De pequeño siempre fantaseaba con correr grandes aventuras y descubrir tesoros en lugares muy lejanos. Luego, a medida que fui creciendo, fui sustituyendo esos sueños por otros que resultaban bastante más baratos pero igualmente me permitían volar muy lejos. Es la grandeza del teatro.

El mejor consejo que me han dado nunca es que para tener una carrera coherente es más importante saber decir no que complacer continuamente porque, al fin y al cabo, tu vida es solamente tuya y el único que debe tomar decisiones sobre ella eres tú mismo.

Siempre hay un escalón que subir, un paso más que dar. Y dar ese paso, o subir ese escalón depende directamente del empeño que pongas en hacerlo.

Lo más divertido del mundo de la interpretación es el proceso, el viaje., porque el resultado ya no nos pertenece. Es de la gente, del público. Entristece pensar en todas aquellas funciones que hubo que cancelar por falta de público, o aquellos trabajos que eran buenos y muy poca gente tuvo oportunidad de ver.

Cuando me subo a un escenario siento que no hay nada mejor, así que ¿por qué no quedarse?

Mi nombre es Luis Tosar y soy actor.




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