8 de febrero de 2011

Algo blanco...

Este post no trata de los 4 elementos que, dicen, ha de llevar una novia el día de su boda, sino de un hecho que sólo se puede disfrutar en cortos periodos de tiempo cada año en Mallorca, y en el resto de Baleares.

Entre los meses de enero y febrero se puede encontrar una capa blanca sobre los árboles que ocupan el territorio insular. Dadas las fechas, podría tratarse de nieve, pero no es así. Por mucho que haga frío, en las zonas cercanas al mar es muy difícil ver nevar, y mucho menos que esta cuaje. En su lugar nos encontramos con los almendros cuyas flores recorren las ramas, siendo en un principio rosas para luego mudarse al color blanco como las nubes que, en mi último viaje a casa, no he visto.

No sólo se vive de estos tesoros de la naturaleza, sino también de su fruto. La almendra mallorquina posee el sello de "Calidad Garantizada" siendo, por ello, parte importante en la gastronomía autóctona. Debido a la influencia árabe, muchos dulces populares la poseen como ingrediente estrella. Prometo hacer, más adelante, un post para los más golosos dedicado a la almendra.






Cuando vives en una isla, o incluso en ciudades no demasiado grandes con mar, te das cuenta de lo difícil que es encontrar un cielo azul. Pero parece que en los últimos días, los medios de comunicación también se han hecho eco de ello, puesto que se están estipulando algunas normas en tráfico para, de alguna manera, evitar tanta cantidad de CO2 y demás contaminación en el aire "Menos coches y más uso del transporte público, que para algo está."

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